lunes, 30 de noviembre de 2009

El anuncio de San Gabriel y Sting

En el útimo disco de Sting, If On A Winter's Night... (2009), se incluye un tema titulado "Gabriel's Message" (El anuncio de Gabriel). Se trata de un villancico en el que se narra la visita del Arcángel San Gabriel a la Virgen María, para anunciarle que sería la Madre de Dios. Educado en el Catolicismo -y pese a su agnosticismo-, Sting ha tratado estos temas con "reverencia y respeto", dado que el simbolismo sagrado del arte religioso aún ejerce sobre él una poderosa influencia.
Esta canción navideña procede de un villancico vasco ("Birjina gaztetto bat zegoen"), que a su vez se inspira originariamente en un poema latino anónimo "Angelus Ad Virginem" (siglo XIII o XIV). El compositor francés Charles Bordes lo publicó en sus Archives de la tradition basque (1895). Sabine Baring-Gould (1834-1924), que de niño había pasado un invierno en el País Vasco, adaptó la letra al inglés, reduciendo a 4 las 6 estrofas originales.
Sting cantó por primera vez este villancico en el disco A Very Special Christmas (1987), que incluía temas navideños de varios artistas. Ésa es la versión que incluyo a continuación.






Letra:
The angel Gabriel from heaven came
His wings as drifted snow his eyes as flame
"All hail" said he "thou lowly maiden Mary,
Most highly favored lady,"
Gloria!

"For know a blessed mother thou shalt be,
All generations laud and honor thee,
Thy Son shall be
Emanuel, by seers foretold
Most highly favored lady,"
Gloria!

Then gentle Mary meekly bowed her head
"To me be as it pleaseth God," she said,
"My soul shall laud and magnify his holy name."
Most highly favored lady.
Gloria!

Of her, Emanuel, the Christ was born
In Bethlehem, all on a Christmas morn
And everyone throughout the world forever saved
"Most highly favored lady,"
Gloria!



Mi traducción:
El ángel Gabriel vino del cielo.
Como de nieve sus alas, sus ojos como fuego.
"Salve" le dijo "humilde doncella María,
La más venturosa dama". ¡Gloria!

"Sabed, oh bendita, que madre seréis,
Que todas las generaciones os alabarán y honrarán,
Vuestro Hijo será el Emanuel, anunciado por los profetas.
La más venturosa dama". ¡Gloria!


La gentil María inclinó su cabeza humildemente:
"Que se haga en mí como plazca a Dios", respondió,
"Mi alma alabará y enaltecerá su santo nombre".
La más venturosa dama. ¡Gloria!


De ella nació Emanuel, el Cristo,
En Belén, al despuntar la Navidad,
Y para siempre salvó a todos en la tierra entera.
La más venturosa dama ¡Gloria!

jueves, 26 de noviembre de 2009

¿Y ahora qué?

Un matrimonio tenía un único hijo. Su madre lo adoraba, el padre no tanto; era un hombre malhumorado que sólo sonreía cuando estaba fuera de casa, tomando unas copas con sus amigos. La vida en familia le hastiaba: hacía tiempo que había dejado de querer a su esposa -dudaba si lo había hecho alguna vez -. Por su hijo sentía una extraña mezcla de compasión, afecto y desdén. Pero sobre todo, le abrumaba la idea de tener que sacarlo adelante.
No encontraba su sitio en aquella casa con goteras, paredes repintadas y flores artificiales. Algunos días regresaba a casa más tarde de la cuenta. El niño dormía junto a su madre, como un cachorro. El padre, entonces, se acostaba vestido en la cama de su hijo. No le importaba, "Es un vínculo biológico, madre e hijo. No hay sitio para mí" -se decía, teorizando sobre la inevitabilidad de su situación-. Cuando el niño tenía ocho años, aquel hombre se marchó con lo puesto y no volvió más.
Pasaron los años. El muchacho crecía odiando a su padre, más bien la imagen de él que su madre le inculcaba, día tras día. Ella mimaba su rencor, lo amamantaba en su pecho, lo mecía entre sus brazos; y el rencor la consumió. Fue lo único que pudo dejarle a su hijo: "Tu padre nos abandonó". En el entierro el joven no pudo derramar ni una sola lágrima por su madre: estaba seco por dentro.
A los 43 años, cosas que pasan, aquel hombre descubrió por casualidad que su padre aún vivía, lejos de su ciudad. Compró un billete de tren y fue en su busca. Junto a la ventanilla, viendo pasar su vida, fantaseaba con la sentencia que arrojaría al corazón de aquel viejo. No quiso el azar que fuera así, pues al llegar descubrió que su padre había fallecido dos días antes. Sintió cómo una pena irrefrenable le venía al corazón, una hemorragia de llanto. Con rabia, se pasaba una y otra vez las manos por los ojos. No lograba entender el porqué de su angustia: "Yo no le quería. Le odiaba. ¡Él nos dejó!".
Ahora no sentía nada, sólo el vacío. "¿Y ahora qué?".

lunes, 23 de noviembre de 2009

La Estrella del mar

En el reciente secuestro del atunero vasco “Alakrana” ha tenido lugar un curioso incidente. Ricardo Blach, patrón del barco, ha relatado cómo los piratas que asaltaron la embarcación lanzaron al mar una imagen de la Virgen del Carmen -patrona de los marineros- que llevaban abordo. "Todos los barcos" -cuenta Ricardo- tienen una Virgen del Carmen, creo yo. La han cogido, la han tirado al agua. Nos dijeron: nosotros tiramos esto al agua, pero si os cogen aquéllos y os ven esto, os matan"; se referían los piratas a otro grupo de secuestradores que, a pocos metros de la zona, pretendieron abordar de nuevo el "Alakrana" una vez liberado.
¿Qué motivo habría para arrojar la imagen al mar o, dado el caso, para que los otros piratas ejecutasen a la tripulación por llevarla? La Virgen María (Maryam) es la mujer más venerada de los musulmanes, ya que es la única cuyo nombre es mencionado en el Corán; los demás nombres en este libro son exclusivamente masculinos. Por tanto, más que en un rechazo a la Virgen María, habría que pensar que el Islam, religión a la que supuestamente pertenecen los piratas, prohíbe la tenencia y veneración de imágenes religiosas.
Sea como fuere, pienso en aquella película protagonizada por Robert de Niro y Sean Penn, "Nunca fuimos ángeles" (We're No Angels, 1989), en la que también se hunde en el agua un imagen de María, al tiempo que se realiza un milagro. Y estoy convencido de que, se haya pagado o no rescate, hubiera o no disparos, el manto de la Virgen del Carmen protegió a los marineros frente a aquellos "devotos" musulmanes. No en vano, María es desde el siglo XI, Stella Maris, la Estrella del mar.

domingo, 22 de noviembre de 2009

La utopía es poco "utópica"

Si consultamos en el Diccionario de la Real Academia de la lengua española el significado de la palabra "utopía" (también se acepta "utopia"), leeremos que se trata de una palabra compuesta por dos términos del griego clásico "ou" (no) y "topos" (lugar), y por tanto significa originariamemente "ningún lugar" o "lugar que no existe". De ahí, por extensión, el significado actual del término: Plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación.
Lo que no dice el DRAE es que esta palabra fue acuñada por Thomas More en 1516 para designar a la isla imaginaria que aparece descrita en su obra más famosa (en la imagen): Libellus vere aureus nec minus salutaris quam festivus de optimo reipublicae statu de que nova insula Utopia -Utopía para abreviar-. Esta obra dio inicio a la llamada "novela utópica", en la que se describen mundos irreales, con la intención de hacernos reflexionar sobre la realidad actual. Esre subgénero literario tiene afinidades muy marcadas con la llamada Ciencia Ficción.
Los términos "utopía" o "utópico" se usan para hacer referencia a algo perfecto e ideal, aunque irrealizable. Sin embargo, la Isla de Utopía -tal y como la describe More- no es en modo alguno perfecta, aunque sí digna de elogio y admiración en muchas de sus facetas. En opinión del humanista, no hay sistema político, ni social perfecto en la tierra. Todos son susceptibles de mejora, presentando a la inteligencia y libertad de los hombres un reto continuo.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Un lobo disfrazado

Durante los últimos días debo haber visto al menos quince veces la película de "Los Tres cerditos y el lobo feroz" (The Three Little Pigs, Walt Disney, 1933) con mi hija de dos años. Cuando me ve trabajando en casa con el PC, se acerca y me dice: "quero ve la peli de los tres cerditos y el lobo ferossss". Me la siento en las rodillas y asistimos a la proyección de los 8 minutos en You Tube.
La historia es conocida. Para evitar los ataques del lobo, cada uno de los tres cochinillos se fabrican una casa para refugiarse. Al final, los dos más perezosos terminan cobijándose en la casa del hermano más hacendoso, pues el lobo ha derribado sus chozas a base de soplidos. Para atrapar a los tres puercos, el depredador se disfraza (foto de arriba) e intenta burlar al dueño de la casa. Pero ¿de qué se disfraza?
No sé si por deformación profesional, estoy acostumbrado a leer entre líneas o a buscar aquello que, a simple vista, puede pasar desapercibido. Pues bien yo tenía una leve sospecha. El lobo disfazado tiene una serie de rasgos muy marcados: la barba, la nariz prominente, el atuendo y utensilios que lleva, y, además, un acento especial al hablar inglés; para completar la presentación del lobo disfrazado, suenan brevemente unos acordes musicales. Pensé que el lobo se había disfazado de judío. Algunas pesquisas en la red me confirmaron, en efecto, que se trataba de un vendedor ambulante judío, un esterotipo que -si bien al público español puede resultarle desconocido- era sobradamente familiar en Estados Unidos y en los países europeos donde había ciudadanos judíos. El año en el que se estrenó la película, Hitler era elegido Canciller alemán.

Por esta caricatura, hay quienes han tachado a Walt Disney de ser antisemita o nazi, incluso. Lo cierto es que en la época, este tipo de alusiones eran muy comunes en los films animados, incluso en aquéllos producidos por judíos. En cualquier caso, el Congreso Judío Americano calificó la caricatura de "vil" y "repulsiva".

Roy Disney, hermano de Walt, quitó trascendencia al asunto y añadió que la secuencia no podía ser eliminada; lo que sí hicieron en Disney fue modificarla ligeramente. Las versiones más recientes del corto en DVD incluyen la modificación. Sólo cuando "Los Tres Cerditos" estuvo disponible para su descarga en iTunes se restauró la secuencia original.
Seguidamente, incluyo las dos versiones del corto. En la primera, la original, el polémico lobo aparece en el minuto 6:06.


En la secuencia modificada (desde 6:20), el lobo aparece sin narz ganchuda, barba y gafas de aumento (sustituídas por otras más convencionales). Todo lo demás, incluido el acento Yiddish, los acordes musicales se mantienen. También las palabras del lobo: "I'm the Fuller Brush man. I'm working me way through college". (Soy el vendedor de cepillos. Me estoy pagando los estudios en la Universidad).

lunes, 9 de noviembre de 2009

De vuelta a casa


Escribo esta entrada desde una clínica en la que llevo ingresado desde el martes de la semana pasada. ¿El motivo? Una neumonía. Me he portado muy bien y me acaban de dar el alta.
Considero estos días una experiencia positiva. He leído, he descansado, he rezado y he disfrutado de la compañía de los buenos amigos, ésos que vienen y te hacen pasar un buen rato (porque están cómodos). ¿He echado en falta a alguien? Sí, pero como me dijo un hombre bueno, "los que no han venido estarán en el sitio en el que deben estar". Y no le doy más vueltas.
He pensado en mi esposa, en mis hijos, en mis amigos, y en mi vida. He hecho planes que luego saldrán o no saldrán. He proyectado libros que luego escribiré o no.
Esta tarde estaré en casa cuando los niños lleguen del colegio. La expresión en la cara de los más pequeños al verme será, para mí, la sonrisa de Dios.

domingo, 1 de noviembre de 2009

De fiesta

Hoy hemos estado de celebración en la casa de campo que unos amigos tienen a las afueras de Jaén. ¿Qué se celebraba? La vida.
El protagonista es un bebé de menos de seis meses --le llamaré, por ejemplo, Mariano-- que ha pasado sus primeras semanas de vida en la incubadora. Las cosas se complicaron y hubo que provocar el parto antes de lo previsto. El niño tenía una fuerte septicemia y los médicos no eran precisamente optimistas. Cuando me enteré del alumbramiento, llamé por teléfono al padre. Con serenidad, me contó que su niño estaba muy grave y me pidió que rezara por él. Noté que mientras hablaba conmigo, estaba andando: preparaba el bautizo de su hijo con el Capellán del Maternal.
Mariano tiene una hermana mayor, Raquel (es un decir), que tiene ya cinco añitos. Antes de nacer él, su mamá había estado embarazada varias veces, pero los hermanitos no venían. Ahora Mariano luchaba por quedarse en su familia. ¿Por qué, me preguntaba, no podían salir las cosas bien? Un proverbio dice que un necio hace cien preguntas, y el sabio responde sólo a diez. Yo soy el necio y Dios decide no responderme a ésta --por ahora--.
Hoy hemos estado de celebración, porque Mariano está con su familia. Sus padres querían celebrar el Bautismo con sus amigos, ésos que han rezado por su hijo. Eran matrimonios jóvenes, guapísimas ellas y embobados ellos. Habían venido con sus hijos, que también habían pedido a Dios que Mariano se quedara en su casa. Potitos, pañales, carreras, llantos, "¿dónde está el biberón del agua?",... El padre de Mariano ha dicho un par de tacos, cuando nadie (eso pensaba él) le oía.

Beowulf MS

Beowulf MS
Hwaet!