domingo, 27 de abril de 2014

Rostros con historia (62)

Esto ha sido un re-encuentro. Vi esta película hace mucho tiempo, y ahora la he vuelto a ver.
Curiosamente, está basada también en un relato del mismo autor que inspiró la anterior.
¿Conocéis al personaje/actor?

viernes, 25 de abril de 2014

Rostros con historia (61)

¡Oohhh!
El tiempo se ha cumplido y nadie ha respondido.

Se trataba de la película soviética Viy (1967), dirigida por K. Ershov y rodada en los míticos estudios Mosfilm de Moscú. El personaje es la bruja Pannochka, y la actriz es la rumana Natalya Varley, nacida en 1947.

martes, 22 de abril de 2014

Rostros con historia (61)

Esta película ha sido un descubrimiento reciente y muy agradable. En ella se mezclan el humor y el folklore para formar un relato de miedo, simple y directo. 
Os pongo una foto de la protagonista, para que me digáis...ya sabéis el qué. 
Una pista: la historia que cuenta esta película está inspirada en un relato literario.

jueves, 17 de abril de 2014

Judas

De niño, sentía una extraña atracción por Judas Iscariote. Era una mezcla entre el rechazo por lo que había hecho, y (paradójicamente) la irresistible curiosidad de asomarme al abismo de su traición. Al escuchar, leer o ver su historia, siempre esperaba que en el último momento diera marcha atrás, volviera con Jesús, y dejara a los sumos sacerdotes con las ganas de prenderle. Pero yo sabía, en el fondo, que el Iscariote iría hasta el final.
Ahora, con los años, puedo entender la traición. Mi entendimiento -y mi propia experiencia- hacen más comprensible la opción (¿opción?) de Judas. Vería a Jesús como un iluso. Un hombre bueno, pero que no iba a ninguna parte. Y qué decir de los que le acompañaban: unos pobres simplones que seguían al Nazareno sin saber muy bien los motivos. Y frente a éstos, el sólido edificio del judaísmo: el Templo de Salomón, y sus tradiciones. Porque los sumos sacerdotes seguían a Moisés y a los profetas; ¡ésos sí que hablaban en nombre de Dios! Y luego los romanos, el poder militar y político. 
-"La bolsa, la bolsa. Ya repondré lo que falta. Nadie se ha dado cuenta".
Judas también había sentido una profunda conmoción cuando conoció a Jesús. En ocasiones veía claro, meridianamente claro, que era el Mesías. Estar junto a Él era no necesitar nada más: aunque uno estuviera cansado, hambriento o despreciado. Con el Nazareno las cosas eran sencillas. 
El Iscariote volvió a ver las cosas en su simplicidad, cuando presenció cómo se llevaban a Jesús y lo conducían ante los sumos sacerdotes. El niño lloró; pero el hombre, desesperó. 

Beowulf MS

Beowulf MS
Hwaet!