miércoles, 29 de septiembre de 2010
martes, 28 de septiembre de 2010
domingo, 26 de septiembre de 2010
Nietzsche, en busca de Dios
Nietzsche, a los veinte años |
(Al Dios desconocido)
Noch einmal, eh ich weiterziehe
Una vez más, anclado en el presente
und meine Blicke vorwärts sende,
Y mis miradas al futuro lanzando,
heb ich vereinsamt meine Hände
Vuelvo, en soledad, a elevar mis manos
zu dir empor, zu dem ich fliehe,
Hacia Ti, a quien me acojo,
dem ich in tiefster Herzenstiefe
A quien solemnemente he dedicado
Altäre feierlich geweiht,
Altares en el corazón,
daß allezeit
en lo más hondo de él
mich deine Stimme wieder riefe.
Para que en todo tiempo tu Voz vuelva a llamarme.
Darauf erglüht tief eingeschrieben
Sobre ellos arde, profundamente inscrita,
das Wort: Dem unbekannten Gotte.
esta Palabra: al Dios desconocido.
Sein bin ich, ob ich in der Frevler Rotte
Soy tuyo, aunque el Mal, hasta este momento
auch bis zur Stunde bin geblieben:
Haya venido atenazando mi espíritu:
Sein bin ich - und fühl die Schlingen,
Soy tuyo... y los Lazos percibo
die mich im Kampf darniederziehn
Que en Lucha tiran de mí hacia arriba,
und, mag ich fliehn,
Y, aunque quisiera huir,
mich doch zu seinem Dienste zwingen.
Me fuerzan a servirte.
Ich will dich kennen, Unbekannter,
Quiero conocerte, Desconocido,
du tief in meine Seele Greifender,
Que tocas en lo profundo de mi Alma,
mein Leben wie ein Sturm Durchschweifender,
Que cual Tormenta Recorres mi Vida.
du Unfaßbarer, mir Verwandter!
Tú Inconcebible, ¡Tú Afín a mí!
Ich will dich kennen, selbst dir dienen.
Quiero conocerte y siempre servirte.
jueves, 23 de septiembre de 2010
Animated Epics: Beowulf (Yuri Kulakov, 1998)
martes, 21 de septiembre de 2010
El Papa, Newman y Tomás Moro
Las palabras de Benedicto XVI, pronunciadas desde el lugar mismo en el que Sir Thomas More fue condenado a muerte en 1535, venían a recordar que el drama de quien fuera Gran Canciller de Inglaterra no era, en modo alguno, algo del pasado: "Con todo, las cuestiones fundamentales en juego en la causa de Tomás Moro continúan presentándose hoy en términos que varían según las nuevas condiciones sociales. Cada generación, al tratar de progresar en el bien común, debe replantearse: ¿Qué exigencias pueden imponer los gobiernos a los ciudadanos de manera razonable? Y ¿qué alcance pueden tener? ¿En nombre de qué autoridad pueden resolverse los dilemas morales? Estas cuestiones nos conducen directamente a la fundamentación ética de la vida civil. Si los principios éticos que sostienen el proceso democrático no se rigen por nada más sólido que el mero consenso social, entonces este proceso se presenta evidentemente frágil. Aquí reside el verdadero desafío para la democracia".
Este mural es uno de los ocho que adornan la entrada del Parlamento británico. Es obra de Vivian Forbes y lleva por título "Thomas More Defendiendo la Libertad de la Cámara de los Comunes". En 1523, como portavoz de la citada Cámara, More se enfrentó al todopoderoso Cardenal Wolsey. Enrique VIII quería fondos para sus guerras y Wolsey, entonces Canciller, los demandaba imperiosamente. More no estaba dispuesto a concederlos, sin que mediara un debate previo de los Comunes.
jueves, 16 de septiembre de 2010
Rostros con historia (24)
El actor alemán Rudolf Klein-Rogge (1885-1955) hizo varias películas con Fritz Lang, participando en su famosa Metropolis (1927) en el papel de C. A. Rotwang, el científico loco que crea el robot femenino.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Rostros con historia (24)
Rozando las 7.000 visitas
martes, 14 de septiembre de 2010
John Henry Newman (1801-1890)
Estudiando a los Padres de la Iglesia con intensidad, Newman llegó al convencimiento de que la Iglesia católica romana era "el único rebaño de Cristo". Tras una larga lucha interior, Newman fue recibido en el seno de la Iglesia Católica por el padre Domenico Barberi (8 de octubre de 1845). Desde ese momento y, especialmente, tras su ordenación sacerdotal en Roma, sufrió el rechazo y la incomprensión de amigos y parientes. Su Apología pro vita sua (1864) es una especie de desahogo reivindicativo, tanto de su sinceridad y honestidad durante sus años en el anglicanismo, como en su conversión a la Iglesia Católica.
La profundidad (y, en ocasiones, la audacia) de su pensamiento teológico ha llevado a algunos a cuestionar la plena adecuación de su fe a la doctrina católica. Quienes puedan (y quieran) pueden leer algunos de sus muchos escritos; un link muy útil -si se sabe inglés- es http://www.newmanreader.org/. También su correspondencia masiva y sus diarios (editados por la Oxford University Press) ofrecen una perspectiva privilegiada de este hombre, Cardenal de la Iglesia Católica desde 1879. En este sentido me es grato anunciar (con su permiso) que un buen amigo, el Catedrático de Filología Inglesa Santiago González y Fernández-Corugedo, y Víctor García Ruiz (hispanista) preparan una traducción al castellano de los sermones de Newman.
Resulta curioso que desde algunos sectores se haya afirmado que Newman, por su intensa amistad con otro sacerdote también converso, Ambrose St John (en la foto), era homosexual ¿Tan difícil es entender que dos hombres compartan una sincera amistad y se quieran?
Tras la muerte de St Ambrose en 1875, Newman escribía: "Desde siempre he pensado que no había pesar equiparable al de un esposo o esposa, pero veo muy difícil que incluso este dolor, o cualquier otro, sea más grande que el mío".
En su crónica del entierro de Newman, el Cork Examiner afirmaba: "El cardenal Newman desciende a la tumba mientras le rinden homenaje personas de todo credo y de toda condición social, porque es reconocido por todos como el hombre justo convertido en santo". Dentro de unos días, el 19 de septiembre, el Papa Benedicto XVI proclamará Beato a John H. Newman.
sábado, 11 de septiembre de 2010
Mis customs madelman: Doris Miller
Gracias a su corpulencia, Dorie puso a varios marineros heridos a salvo y, al final, terminó abrazado a una Browning del calibre 50 y disparando a los cazas japoneses. Cuando se le acabó la munición, tuvo que abandoner el barco.
Miller fue recomendado para recibir la Medalla de Honor del Congreso. El almirante Chester Nimitz, Comandante en Jefe de la Flota del Pacífico, inició los trámites que se detuvieron ante un obstáculo insalvable: Dorie era negro. A cambio, se le concedió la Cruz de la Marina, la máxima condecoración que Nimitz podía darle desde su cargo. En la película de Pearl Harbor (2001) fue desempeñado por Cuba Gooding, Jr.
Dorie murió cuando su barco, el Liscome Bay, fue alcanzado por un torpedo japonés.
Aquí tenemos al bueno de Dorie, en mi versión madelman.
jueves, 9 de septiembre de 2010
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Rostros con historia (23)
"Quién: Robert Duvall (el personaje se llama Boo Radley).
Dónde: la humanista (sin sensiblerías tontas) y hermosa To kill a Mockingbird (o sea, Matar a un Ruiseñor)".
martes, 7 de septiembre de 2010
De héroe a villano
Rostros con historia (23)
domingo, 5 de septiembre de 2010
My darling Clementine and Shakespeare
Un actor ambulante, Granville Thorndyke (¡qué gran nombre para un pobre cómico en el salvaje Oeste!), pasa por la localidad de Dodge City; y no es la primera vez que lo hace. Los hermanos Clanton le cogen por la fuerza y se lo llevan a su cantina, donde le obligan a que interprete algo para ellos, aunque sea en verso. Parece como si la cultura les viniera encima, sin que ellos opongan resistencia. Las palabras que Mr Thorndyke recita son el famoso monólogo de Hamlet, "To be or not to be", que puestas en boca del pobre cómico, humillado por los rufianes Clanton, cobran un nuevo dramatismo: ¿quién aguantaría las calamidades y humillaciones de la vida pudiéndoles poner fin mediante la muerte?
Doc Holliday, interpretado por Victor Mature -inexpresivo por naturaleza-, ha estado escuchando. Sorpresivamente, él ayudará a Thorndyke a terminar el monólogo. Holliday es un personaje agónico, autodestructivo, y un tanto neurótico, que desea su propio fin pero no se atreve a dar el paso. Él es quien recita los versos finales en los que Hamlet descarta el suicidio, por miedo a lo que puede venir después, quizás más terrible que una vida de sufrimiento.