Lugar de la ejecución en la actualidad |
Hace hoy 476 años, Thomas More subía al cadalso preparado dentro del recinto conocido como la Torre de Londres, para ser decapitado por alta traición.
Sir Thomas Pope |
Si la memoria de su yerno, William Roper, no falló, el 6 de julio de 1535 era Martes. Al amanecer, Thomas Pope, amigo del condenado, vino a traerle un mensaje del rey y su consejo, según el cual antes de la 9 de la mañana sería decapitado. Moro le pidió que su hija Margaret estuviera presente en su entierro, a lo cual Pope respondió que el rey había previsto que, si lo deseaban, su familia y amigos pudieran enterrarle.
Con puntualidad británica, la cabeza de Moro cayó sobre el lecho de paja preparado a tal efecto. El verdugo la recogió y gritó ante los asistentes la fórmula de rigor: “¡Contemplad la cabeza de un traidor!”. La historia ha demostrado que estas palabras no podían aplicarse a quien, hasta el final, fue “siervo fiel de Dios y del Rey”.
Margaret Giggs/Gyge |
Sólo Margaret Gyge, ahijada del condenado, tuvo el valor de estar presente en la ejecución; ella sería quien se la relatase a la hija mayor de Moro, Margaret, y a su esposo William. Ella no debía estar muy lejos, quizás en la Iglesia de Parking –también llamada All Hallows–, que está junto a la Torre de Londres. En el momento oportuno, las dos Margarets retiraron el cuerpo de Moro y lo enterraron en la Capilla de San Pedro ad Vincula, dentro del recinto de la Torre.
Margaret ... "padre mio querido".
ResponderEliminarEs Thomas More el que dijo lo de "mi barba no ofendió al rey"?
ResponderEliminarRecuerdo haber oído la anecdota pero ya no sé asociarla con nadie....
Hay un par de anécdotas de Thomas Moro el día de su decapitación:
ResponderEliminarMientras subía al cadalso pidió ayuda al verdugo para subir y ante la duda de éste le dijo:
Tranquilo que para bajar no le molestaré.
Luego, al arrodillarse le dijo:
Fíjese que mi barba ha crecido en la cárcel; es decir, ella no ha sido desobediente al rey, por lo tanto no hay por qué cortarla. Permítame que la aparte
Arte y salero
En efecto, estas dos anécdotas se le atribuyen a Moro. William Roper, su yerno y primer biógrafo, relata la que Javier refiere en primer lugar. Cresacre More, descendiente de Sir Thomas, es el que narra la segunda. Moro siempre se caracterizó por su fino sentido del humor y su ironía. Pienso, sin embargo, que el día de su muerte quizás no estuviera para chistes.
ResponderEliminarEn efecto, Mateo, el pasaje es de Padre Mío Bueno.
Lui, recuerdo haber relatado la anécdota en clase (no sé si a tu grupo).
Bienvenido, Javier. En este blog te encontrarás a menudo con Moro.