En fin, un Capitán Trueno que mata (con vistosas salpicaduras de sangre), apoya a herejes (pese a su condición de cruzado) y cuyo temperamento es más bien anodino (nunca bromea con sus compañeros), por no decir que aburrido. Y que a nadie se le ocurra que va a gritar aquello de "¡Santiago y cierra España!", como también hacía el Guerrero del Antifaz.
domingo, 30 de mayo de 2010
"El último combate" del Capitán Trueno (2)
En fin, un Capitán Trueno que mata (con vistosas salpicaduras de sangre), apoya a herejes (pese a su condición de cruzado) y cuyo temperamento es más bien anodino (nunca bromea con sus compañeros), por no decir que aburrido. Y que a nadie se le ocurra que va a gritar aquello de "¡Santiago y cierra España!", como también hacía el Guerrero del Antifaz.
sábado, 29 de mayo de 2010
"El último combate" de El Capitán Trueno (1)
No me gustan los dibujos de Joan Boix: los personajes parecen como engarrotados, y trueno, en los primeros planos, parece tener siempre la misma expresión facial; sólo en las viñetas en las que Boix imita a Ambrós (el dibujante clásico de este personaje), el lector encuentra algo de consuelo.
"Quizá"
Un sabio racionalista gustaba de disputar con el rabí Levi Jizchakun, un Zaddik ("justo", según la religión hebrea), a quien conocía desde niño. Solían conversar, siempre al atardecer, sobre la existencia de Dios.
El racionalista hizo acopio de todas sus fuerzas para defenderse, pero aquel “quizá” era tan demoledor, tan inabarcable, tan evasivo, que no pudo pronunciar palabra alguna.
viernes, 28 de mayo de 2010
Rostros con historia (10)
jueves, 27 de mayo de 2010
Hace 70 años de Dunkerque
martes, 25 de mayo de 2010
Rostros con historia (9)
Rostros con historia (8)
El actor engordó 60 libras para rodar las escenas de Jake, ya retirado y regentando un club nocturno.
En la foto, Robert de Niro y Jake LaMotta durante el rodaje de una de las secuencias de la cinta.
lunes, 24 de mayo de 2010
Rostros con historia (9)
Ready, steady, go!
Rostros con historia (8)
Dos amigos de Romería
El año que viene, por mayo, repetiremos. ¿Te animas?
domingo, 23 de mayo de 2010
Rostros con historia (7)
viernes, 21 de mayo de 2010
Rostros con historia (7)
miércoles, 19 de mayo de 2010
lunes, 17 de mayo de 2010
¡Qué bien hemos cenado!
Dirigíase un buen curita a celebrar Misa en la Ermita de la Virgen de Zocueca, situado al Norte de la provincia de Jaén, en el municipio de Guarromán. A lomos de la mula del arriero, el camino era agradable y corría una brisa fresca.
Cuando faltaban aún unos kilómetros para llegar a la citada ermita, el de la sotana vino a reparar en una liebre que, probablemente abatida por unos cazadores, yacía junto a unos matorrales, al borde de la vereda.
- "Haga usted el favor de coger esa liebre, José" -dijo el cura al arriero- "que ahí, bien poco ha de servir".
El buen hombre, despacio, como sabiendo que la presa no habría de escapar, levantó del suelo al lepórido (que asi se conoce a estos animales y a sus primos, los conejos) y lo puso en su zurrón.
Al llegar a su destino, el Párroco dio la liebre al ama de la casa que, por aquel entonces, había junto a la ermita.
- "¿Cómo se la preparo, Pater?", preguntó aquella mujer.
- "Póngala usted al ajillo", dijo sonriente el cura, mientras desmontaba.
El ama limpió la liebre y la lavó. Luego, mientras preparaba un picadito de ajo, la troceó. Después, hizo un refrito con el ajo y le añadió un poco de perejil, al tiempo que la carne se iba dorando. Por último, alegró la cacerola con un vaso de vino blanco. Mientras el guiso se cocía a fuego lento, el ama fue a cumplir con el precepto dominical.
A la altura del lugar en el que habían encontrado la liebre muerta, un grupo de cazadores buscaban inútilmente su abatido trofeo. Cuando vieron al cura y al arriero, el más joven del grupo, les dijo:
- "Buenas tardes nos de Dios. ¿Han visto ustedes por aquí una liebre muerta?".
El arriero, con una sonrisa apenas esbozada, inclinó la cabeza a un lado, hacia donde estaba el Pater. Los cazadores, airados, bajaron al cura de la mula y le dieron una buena tunda; de nada le sirvieron al Párroco sus protestas. Cuando la partida de frustrados cazadores se hubo cobrado venganza, se marcharon de allí, dejando al cura maltrecho y muy corrido. Mientras el arriero le ayudaba a incorporarse, le dijo con sorna:
- "¡Qué manta de palos nos han dado! Bueno, al menos a usted".
Nada respondió el Párroco.
domingo, 16 de mayo de 2010
domingo, 9 de mayo de 2010
Three Little Bops
sábado, 8 de mayo de 2010
Rostros con historia (5)
viernes, 7 de mayo de 2010
Un manuscrito de Tomás Moro en Valencia
Ese mismo manuscrito, de puño y letra de Moro, se custodia hoy en el Real Colegio del Corpus Christi de Valencia, más concretamente en el "Museo del Patriarca", Sala Estudi General . Sant Joan de Ribera, el Patriarca, legó el manuscrito a esta institución fundada por él. El fundador da algunas claves para explicar cómo llegó a sus manos esta preciosa reliquia: "Este libro me envió el conde de Oropesa diciendo que era del señor don Fernando de Toledo, al cual se lo dio fray Pedro de Soto, confesor del emperador [Carlos I] diciendo que era de Tomás Moro y escrito de su mano". El camino recorrido por esta joya bibliográfica no está muy claro. Carlos I debió recibir el manuscrito de manos de su embajador en Londres (1529-1545), Eustace Chapuys (1489–1556). Se cree que la hija de Moro, Margarita (o, sugiero, Mary Bassett, hija de la anterior) puso a salvo esta obra dándosela a Chapuys. El Emperador, a su vez, se la dio a fray Pedro de Soto (su confesor), de quien pasó a don Fernando de Toledo (teólogo dominico), al Conde de Oropesa y, finalmente, a Ribera. Según otras fuentes, don Pedro de Soto, trajo el manuscrito desde Inglaterra.