Reconozco que no me pilló por sorpresa. Me refiero a que tenía mis dudas sobre este Capitán Trueno, versión 2010, que Ediciones B ha sacado al mercado hace unos meses. Por lo que he podido ver, tampoco ha gustado demasiado a los seguidores del personaje (un botón de muestra: http://thelonefreaker.blogspot.com/2010/04/el-ultimo-combate-la-ultima-oportunidad.html).
No me gustan los dibujos de Joan Boix: los personajes parecen como engarrotados, y trueno, en los primeros planos, parece tener siempre la misma expresión facial; sólo en las viñetas en las que Boix imita a Ambrós (el dibujante clásico de este personaje), el lector encuentra algo de consuelo.
No me gustan los dibujos de Joan Boix: los personajes parecen como engarrotados, y trueno, en los primeros planos, parece tener siempre la misma expresión facial; sólo en las viñetas en las que Boix imita a Ambrós (el dibujante clásico de este personaje), el lector encuentra algo de consuelo.
Pero lo que más me decepciona de este álbum es la concepción del personaje, un héroe que, como Beowulf, se encuentra en el otoño de su vida. Para tal fin, Trueno luce unas canas a lo Stewart Granger, a ambos lados de su cabellera; gracias a Dios, no tiene entradas. Igualmente, Crispín -el mozalbete de las antiguas aventuras- ahora es cuarentón, está felizmente casado y es padre de un niño. Lo que no me explico es ¡que lleva el mismo atuendo de paje que llevaba cuando púber! Goliath, el fortachón del trío, se limita a ser eso, un peso pesado, pero sin esa hambre voraz que definía tan bien su personalidad. Eso sí, también necesita un tinte para su canosa cabellera. En fin, que no entiendo la necesidad de ubicar la historia en un momento tardío en la vida del héroe, cuando podíamos haber visto a Trueno en todo su esplendor.
Es muy extraño, raro más bien, que no haya mujeres en esta aventura. Se nos dice que Sigrid, la hermosa nórdica prometida del caballero, murió en un estúpido accidente ilustrado en doce viñetas. La ausencia de Sigrid priva a la historia de esa saludable tensión erótica que generaba la relación entre un caballero y una "imponente sueca", con la que nunca se propasaba. La mujer de Crispín aparece fugazmente, en planos secundarios. Sólo al final de la historia, encontramos una aparición angelical femenina que, como Morgana hace con el Rey Arturo, indica el lugar en el que el Capitán ha de reposar en paz (hasta la próxima aventura, si ésta tuviera un mínimo de éxito). El nombre de esta dama es Esclaramonda de Foix, de quien se dice es una figura de la mitología occitana, aunque se precisa que nació en 1155 -¿una figura mítica con fecha de nacimiento? me lo expliquen-. En realidad, Esclaramonda era hija de Roger IV de Foix y casó con Jaume II de Mallorca en 1275 (o sea, con 120 años, según la fecha de nacimiento que aporta la historieta). Manolete, si no sabes torear pa' qué te metes. (continuará)
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