He leído recientemente una interesante entrada en el blog cambiaelmundo sobre la película Alien (1979) de Ridley Scott. El autor, a propósito del 30 aniversario de este filme -no busquéis en el DRAE, pues admite ese término y también “film”-, combinaba sus recuerdos personales de la noche del estreno en Barcelona, apuntes sobre la película y terminaba refiriendo un hecho luctuoso que, de nuevo, le llevaba a tiempos pasados: la muerte en extrañas circunstancias de David Carradine, el Kung Fu de la noche de los viernes para quienes fuimos niños en los 70. Había pensado yo escribir algo sobre Alien, pero dado que lya había comentada en el blog otra película de Scott (Blade Runner), le daba vueltas a hacerlo. Entre tanto, se adelantó Alberto; él me ha animado a que “escriba algo”.
Todos los años, en mis clases de literatura medieval, hago referencia a Alien. En el primer gran poema de la literatura inglesa, Beowulf (conservado en un manuscrito del año 1000, aproximadamente), el héroe geata se enfrenta a Grendel, una criatura semihumana que asola desde hace doce años el reino de los daneses. El poeta anónimo nunca describe físicamente en su totalidad a este engendro, sanguinario y cruel. Nos deja sólo flashes que, en la oscura noche del Norte, muestran sus ojos encendidos, sus garras o su descomunal estatura. El lector tiene que recrear al depredador en su propia imaginación, entonces y ahora, según sus propios horrores. De este modo, Grendel no ha quedado anquilosado en la Edad Media: podemos completar su fisonomía y hacer de él un vampiro (http://www.miscelaneajournal.net/images/stories/articulos/vol32/merino32.pdf) o la deforme abominación cuasihumana que hemos podido ver en el Beowulf de Robert Zemeckis (2007).
Todos los años, en mis clases de literatura medieval, hago referencia a Alien. En el primer gran poema de la literatura inglesa, Beowulf (conservado en un manuscrito del año 1000, aproximadamente), el héroe geata se enfrenta a Grendel, una criatura semihumana que asola desde hace doce años el reino de los daneses. El poeta anónimo nunca describe físicamente en su totalidad a este engendro, sanguinario y cruel. Nos deja sólo flashes que, en la oscura noche del Norte, muestran sus ojos encendidos, sus garras o su descomunal estatura. El lector tiene que recrear al depredador en su propia imaginación, entonces y ahora, según sus propios horrores. De este modo, Grendel no ha quedado anquilosado en la Edad Media: podemos completar su fisonomía y hacer de él un vampiro (http://www.miscelaneajournal.net/images/stories/articulos/vol32/merino32.pdf) o la deforme abominación cuasihumana que hemos podido ver en el Beowulf de Robert Zemeckis (2007).
De modo similar, Alien, durante la mayor parte del metraje de la película, tiene cierto pudor en mostrar su cuerpo. Vemos sus fauces húmedas, su silueta de neopreno futurista, o su cráneo en forma de berenjena. Desgraciadamente, al final, el enemigo se nos muestra en su totalidad. Descubrimos, entonces, a un actor disfrazado con un estrafalario atuendo; unos minutos antes de que se enciendan las luces, la magia se rompe. Es lo único que reprocho a la película, aunque entiendo que Scott tuviera que mostrar a quien tanto se había ocultado: necesitamos ver, ver para creer. Pero volviendo a Grendel (y sin dejar a Alien), me llama la atención cómo ambos enemigos comparten otras características (además de su indefinición anatómica), en su naturaleza y en su modus operandi. La sangre de ambas criaturas es enormemente corrosiva, y destruye tanto las espadas, como las planchas metálicas de la Nostromo. Grendel sólo ataca por la noche, y Alien es como la pesadilla que deambula por los oscuros corredores y galerías de la nave comercial, en ese cosmos amenazante, oscuro y silencioso. Pero además, y aquí hay casi un arquetipo atávico, Grendel tiene una madre terrible, ogresa de las profundidades, que vive con él y que casi consigue destruir al héroe Beowulf. También Alien proviene de una gran ponedora de huevos, auténtica matriarca de su especie, cuyo alter-ego en la nave Nostromo es la gran computadora que parece querer proteger a la letal criatura y que, curiosamente, responde al nombre de "Madre".
Monstruos, Monstruos, Monstruos ... ¿te acuerdas de la brigada brutal?
ResponderEliminar¿La Brigada Brutal? Buena aliteración, pero no, no me acuerdo.
ResponderEliminarLos monstruos marcan los límites de lo humano, de modo que donde empieza lo monstruoso, acaba lo que es propio del hombre. Así debe ser, al menos, sin que se cruce la línea.
Eugenio,
ResponderEliminarI took a peek at your blog--I was trying to find some time to reply. Hope what I'm going to say will be useful for Human kind---I'm kidding. I found your blog interesting, and skillarted. Lately i wanted to publish the following factual in my own blog. Albeit you refer to literature when presenting the everlingering fight Good-Evil, what I mean is that i definitely see a search as well for Happiness in every movie you can recall of. Bear me. I wanted to refer to an example, just for an example sake: Coffee at Tiffany. What do you see there: both Audrey Hepburn and the Peppard guy, trying to find happiness throughout the movie. Closings and detaching from, closing and detaching again: for example she somehow bit crazy and cozy same time seems to correspond to his love, following setting, she dispises his love. What about the final scene, when they blend in a so lovely kiss, not caring at all if raining buckets: I mean, it is the achievement of matching two yous, for ever---materialized in the heavy rain. Happiness. Same in Sara, an exceptional Spanish movie: the last scene shows her and him kissing each other---mean a Love kiss, not a lusty one, like so many junk movies sell millions. In the latter movie their love kiss is... under a shower (both dressed up, wait, man). Well, this is my bubble contribution. Take care, Eugenio. Thank you.---Fernando Diez, teacher of English, Granada, Spain.
Eugenio,
ResponderEliminarI just saw one of your previous posts about the letters written by Margaret---By the way, a few days ago i received an email of a certain Magan, which turned out to be a Welsh version of Margaret, in Celtic language. So, as I was saying, I got to know about your book about the Mores family. Not long ago I read a biography about Mary Tudior: I told you about this: she was the daughter of Katalina, a daughter to Isabella and Ferdinando, who married the history-stout-bit-monstruous figure of Henry VII. The period of that time, believe me, was so troublesome. Well, better said, I do reckon some personages were so stout-for-the-rest-of-history. Where am I trying to reach to? I confess I'm a bit worried --concerned, say---that ANY of us, right any, leave behind off a trail, kind of cone of either Good or Evil: No one is neutral in his behavior. I'm stunned out: I'm a teacher, for example, and whatsoever, whatsoever I do before my kids-I love them as though I was his father (I'm single)--i was saying what I do does influence into them, right these days, as well as for the rest of thier lives! To be honest I've found out that if I struggle out every day to be a better guy, a better brother, son, uncle, educator..., although my students might not be watching me at that moment, because I'm in my private life, the kind of person I fight out to become... also influences on them: it is as if my life, say, show some way to them! Awsome, if we take it the positive way. Lately, so as to finish this thought, I am reading the life of Saint Augustine, Saint Ambrosius, Saint Benedict, well off... Saint Patrick, as well as so many ordinary regular christians, of the everyday living through... that changed out theflamboyant-and-declining Roman Empire. I believe in one God. And we are His instruments. ---Excuse to appear as "Anonimo": I'm not any ace-nut at computering. Again I am Fernando Diez, just a teacher of English who loves the English language, and more and more my singular students. Ciao. From Albolote, June 15, 2009, close to midnight and I can't slid down my eyelids.
Welcome Fernando. It is an honour to have you here. Your Albolote inspired comments are essay like. Well, I must say, the fact that you choose English limits your audience and prevents many from enjoying your reflections, if I may say so.
ResponderEliminarI watched Breakfast at Tiffany's (in fact it's one of my wife's favourite movies), but I do not know about the other one.
What you say about the impact of what we do, even in our private life, well, as The Police used to say "Every little Thing she does is Magic".
Very best wishes from Utopia.
Simplemente añadir que cuando te escriba algún comentario, lo haré en castellano. Es curioso, y la primera vez que lo oigo, que escribir en inglés limita el público; pero entiendo perfectamente lo que quieres decir. Muchas gracias por contestar a mis comentarios. Fernando Díez Gallego.
ResponderEliminarMe alegro de que me hicieras caso, es una entrada magnífica: gracias. También yo pienso que no debió mostrarse a Alien; pero estaba tan trabajado el ser...
ResponderEliminarGracias, Fernando, me alegra que lo entiendas y me alegra que escribas aquí.
ResponderEliminarAlbert, gracias por tomar la iniciativa y por los recuerdos de la noche catalana.